Los Titiriteros de Binéfar clausuraron el Festival Pirineos Sur

El fin de fiesta de Pirineos Sur llegó ayer por la tarde con Los Titiriteros de Binéfar, que presentaron en directo "Es un pañuelo", su último disco.

Ante un público cercano al millar de personas y con gran presencia de niños acompañados de sus padres, Paco Paricio y Pilar Amorós hicieron disfrutar de lo lindo a los más pequeños, como ya llevan haciendo tres décadas.

Bajo un sol de justicia, Los Titiriteros de Binéfar pusieron en escena un espectáculo trabajado y ensayado a conciencia, con el que, gracias a su conocimiento de los gustos y códigos de los niños, conectaron de una manera envidiable con el público, a quien transmitió su pasión por la música y el teatro.

Aunque a primera vista parece un espectáculo dirigido para los niños, el de ayer también logró que las sonrisas aparecieran en las caras de los padres en un momento compartido por hijos y progenitores.

Ésta es la primera edición de Pirineos Sur que se clausura con un espectáculo infantil.

Durante casi dos horas, Los Titiriteros de Binéfar recorrieron las canciones de "Es un pañuelo", un concienzudo trabajo que recoge canciones infantiles de toda la vida y otras creadas por la compañía aragonesa. Esta selección no se limita a España, sino que Los Titiriteros saltan el charco e interpretan temas de México o Argentina.

El escenario se quedó realmente pequeño para acoger todo el montaje del grupo, en el que sobresalía el teatro para los espectaculares y bellos títeres, construidos especialmente para las dimensiones del auditorio tensino.

A lo largo de la actuación pasaron más de treinta personas por el escenario, en una puesta escena formidable, como nos tiene acostumbrados el grupo binefarense. Hubo grandes momentos durante la actuación. Dentro de ellos, el más emotivo probablemente fue el que protagonizó el coro de niños de la Escuela Pública de Binéfar.

Como suele ser habitual en los espectáculos de Titiriteros, el público acabó formando parte del mismo contagiado por el espíritu de arrebatadora alegría y optimismo que destilan los artistas. Grandes figuras animales irrumpieron en escena mientras desde las gradas, varios figurantes manejaban originales elementos que prolongaban el escenario hasta el último rincón del auditorio. El espectáculo en estado puro. Eran las múltiples sorpresas que el grupo ya había anunciado el día anterior, incluidas las tracas y los globos que transportaron por el límpido cielo del valle de Tena a algunos de los títeres. Imaginación a raudales, colorido y alegría sin límite en un espectáculo en primicia.


Fuente: diariodelaltoaragon

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